Cuando miramos una foto de recién nacido, nos llama la atención la ternura del momento. Su piel, su tamaño, esa luz suave que lo envuelve… A simple vista, algunas personas no sabrían adivinar si la foto está realizada en estudio o en casa de la familia. Por lo tanto, ¿podríamos realizar fotos de acabado totalmente profesional fuera de nuestro estudio? La respuesta, es sí.

Hay veces que la familia no puede desplazarse al estudio para realizar la sesión de fotos newborn, o simplemente prefieren hacerla en casa. Como profesionales, debemos adaptarnos a las necesidades de nuestros clientes y, por qué no, ponernos un poco a prueba y salir de nuestra zona de confort. Como siempre, lo más importante antes de nada es una buena comunicación y asentar las bases de nuestra sesión con la familia para poder preparar todos los materiales que vamos a utilizar y tengamos todo bajo control el día que vayamos a su casa. Para ello, tengamos en cuenta una serie de pasos a seguir.

Preparación del bebé

Aún estando en casa, hay que preparar al bebé para la sesión de fotos. Los padres deben seguir una serie de pasos que con nuestra ayuda deberán realizar antes de empezar nuestra sesión. Os recordamos esta guía de preparación para realizar este tipo de sesiones. Es muy importante que el bebé se sienta cómodo y consiga dormir en sueño profundo para que podamos trabajar las poses, por lo que deberemos seguir todos los pasos desde el principio para asegurarnos el éxito en nuestra sesión.

Foto del bebé con detalle de la mano de mamá y papá.

Escenarios y atrezzo

Con ayuda de los padres, elegiremos el lugar de la casa más idóneo para realizar nuestra sesión contando con dos factores igual de importantes: cantidad de luz natural y espacio. Una vez elegido, mientras que los padres se siguen encargando del bebé, nosotros procederemos a montar nuestros fondos, colocar el primer escenario y plantear los cambios que van a venir después según hayamos acordado con los padres para poder avanzar en la sesión de la forma más rápida y eficaz posible. Por ejemplo, si al principio al bebé le cuesta dormir profundamente, quizás podemos aprovechar para hacer las fotos familiares y que el bebé siga en brazos de la madre o el padre, adelantando y asegurando unas de las fotos principales en las sesiones newborn. Si conseguimos el sueño profundo desde el principio, lo mejor es no perder ni un segundo e ir a por las posturas que hayamos preparado para nuestros sets (recordemos este artículo sobre las principales posturas en este tipo de fotografías).

Nuestra propia experiencia nos guiará en la elección de las posturas y los escenarios según se encuentre el sueño del bebé, por tanto es importante que tengamos controlado todo el atrezzo desde el principio como si estuviésemos en nuestro estudio.

Fotografía newborn realizada en casa de la familia.

Iluminación

Los fotógrafos tenemos la capacidad de saber visualizar el tipo de iluminación utilizado para la realización de cada foto. Nos es fácil identificar los puntos de luz predominantes y cómo se pueden colocar para hacer la fotografía y que el resultado sea el que queramos. En el caso de la fotografía newborn, la mayoría coincidiremos en la importancia de usar una luz natural o ayudarnos de una iluminación fija o de ambiente para no perder esas texturas tan interesantes como la de la piel, mantas, o el pelo del bebé. Tampoco queremos dejar el flash a un lado, cada profesional tiene su técnica y lo importante es que consiga la imagen que tiene en mente.

Para nuestra sesión, tendremos que trabajar en el punto con más luz natural de la casa de la familia y que a su vez el espacio nos permita poder montar nuestro set para la sesión. Cerca de una ventana, nos aseguraremos de que hay espacio suficiente para colocar nuestros fondos, el puff, una toma de corriente para la luz de apoyo con la que trabajemos, y poder organizar todo nuestro atrezzo y todos nuestros complementos para tenerlos a mano. Ya sabemos que la organización y el tiempo son muy importantes en estas sesiones y no queremos perder ningún momento importante.

Esquema de iluminación básica para una sesión de fotos newborn en casa.

Colocaremos nuestro set cerca de la ventana y nuestra luz en el lado opuesto a ella o frente al bebé en forma de L, de forma que nos ayude a controlar y modificar esa luz principal natural y rellene el resto del espacio para evitar las sombras fuertes. Si fuese necesario por falta de luz o por un día nublado, podríamos usar dos (o más) focos a la vez para recrear esa luz natural haciendo que uno fuese el principal si lo colocamos más cerca del bebé o de forma frontal, y el otro al lado opuesto rellenando el espacio.

Como decimos, cada profesional elegirá su propio método de trabajo. Aprovechar la luz natural es importante, pero puede que se prefiera usar sólo luz artificial para evitar la pérdida de la luz natural con el paso del día y controlar la iluminación durante toda la sesión. Ésta es sólo una forma básica para asegurar una buena iluminación trabajando en interior.

Ventajas e inconvenientes

Ante todo, seamos positivos. La oportunidad que nos brinda la familia de entrar en su casa para inmortalizar los primeros días de la vida de su bebé, es nuestro privilegio. Sabemos que puede ser un trabajo más arriesgado de lo que estamos acostumbrados, pero con profesionalidad y paciencia se pueden conseguir resultados increíbles.

Seguramente, la mayor ventaja de las sesiones newborn en casa es la comodidad que el hogar brinda. En este tipo de sesiones es algo muy importante, especialmente para el bebé. Si la familia tiene más hijos que también van a participar en la sesión, al encontrarse en casa se mostrarán mucho más relajados y receptivos a la hora de posar para las fotos y, en el caso de que no estemos en ese momento, podrán jugar o merendar tranquilamente el tiempo que necesiten para conseguir su participación. No nos olvidemos de los padres, también para ellos supone un gran alivio el que nos movamos nosotros y si podemos ayudar a restarles cansancio y estrés, ahí debemos estar. Como fotógrafos, saber aprovechar esa calma y felicidad en el aura del hogar y reflejarlo en nuestra sesión, es uno de nuestros mayores objetivos.

Vale, seamos realistas, la parte dura va para el fotógrafo/a. La organización y el planteamiento de toda la sesión tiene que ser casi extremo, debemos llevar al dedillo todo lo que vamos a necesitar: atrezzo, fondos que vamos a utilizar, complementos, iluminación y todo lo que necesitamos normalmente para poder trabajar estas sesiones (baby shusher, almohadas, mantas extra…) Sin duda, uno de los mayores inconvenientes será el transportar con nosotros nuestro «estudio portátil» y, como he dicho al principio, organizarlo de forma que optimicemos al máximo nuestro trabajo.

Por último, algo que nunca debemos olvidar: nuestro flujo de trabajo. Lo más recomendable es seguir el mismo patrón de actuación que haríamos en nuestro estudio: recibir a la familia, preparar nuestros escenarios, controlar los cambios que vamos a realizar y saltar de unos a otros en función del estado del bebé. Hagamos de nuestro trabajo una coreografía, y para la familia una experiencia inolvidable.

¿Quién se atreve? Nosotros sí! 🙂