Si habéis llegado hasta aquí, seguro tenéis en mente fotos preciosas de bebés que duermen tranquilamente con sus manos cogidas, apoyando su cabecita sobre sus dos manos como si pensasen entre sueños, o durmiendo sobre el borde de un cubo. A priori, pensar en adaptar esas tiernas posturas en nuestras sesiones de recién nacido puede parecer pan comido, pero en realidad hay toda una ciencia detrás de cada una de ellas (recordad este artículo de consejos). Hagamos un repaso por las posturas para sesiones newborn más conocidas y veamos qué trucos hay para lograr reproducirlas en nuestras sesiones. Iremos de «más fáciles» a «más difíciles». ¿Empezamos?
- 1. Tumbado boca arriba
Una vez que el bebé está dormido, podemos empezar nuestra sesión por ponerlo tumbado boca arriba sobre una superficie confortable. Puede estar sin ropita, con ropita, en pijama, con complementos, dentro de una cesta, en la cuna… Vuestra imaginación decidirá, hay muchas formas para hacer fotos en esta postura ¡y de las más sencillas!
- 2. Tumbado boca abajo
Una de las posturas más confortables para los bebés. Los recién nacidos aún adoptan gestos y poses prenatales de forma natural. Como sabemos, su comodidad es lo primero, empezar nuestra sesión poniéndolos boca abajo sobre una superficie blanda siempre nos ayudará a asegurar parte de nuestro trabajo. ¿Qué podemos hacer para que la foto sea muy top? Jugar con la perspectiva, por ejemplo. Si nos colocamos al mismo nivel de sus ojos y lo situamos encima de la tripa de la madre, podemos hacer un símil con la postura que podría haber estado manteniendo en la barriguita de mami justo antes de nacer. También podemos crear alguna escena divertida en donde esté el bebé durmiendo y hacer la foto desde arriba en plano cenital (el fotógrafo estará de pie con la cámara dirigida hacia el bebé en el suelo). Hay muchas fotos bonitas para esta postura, seguro se os ocurren mil cosas.
- 3. «Taco» (womb pose)
Aunque en este artículo os demos consejos sobre la colocación de los bebés para conseguir las poses más conocidas en la fotografía newborn, no recomendamos llevarlas a la práctica por cuenta propia sin un profesional que las haya trabajado durante varios años presente. No tengáis miedo, al bebé no le pasará nada y si en algún momento no está cómodo, os lo hará saber rápidamente. Sólo hay que tener en cuenta que hay poses más difíciles de conseguir como ésta, y que sólo un profesional con experiencia podrá trabajarla (creednos que no son fáciles). Primero, hay que hacer un hoyito en nuestra superficie para sentar al bebé, cruzar sus piernas en forma de «X» y recostarlo dejando caer su propio peso hacia uno de sus lados. El toque final será colocar sus brazos y manos con las palmas juntas bajo la carita para potenciar la dulzura de su sueño.
- 4. De lado
Aprovechando la pose «taco», una vez que tenemos colocado al bebé con el torso a un lado y las manos bajo su mejilla, sólo tenemos que estirarle las piernas con cuidado para colocarlas juntas en paralelo y flexionar sus rodillas, de modo que queden más recogidas. Para hacer la foto diferente a la anterior sólo tenemos que cambiar de complementos, taparlo con una muselina o añadir algún elemento nuevo a la imagen de decoración que la complete sin distraer de ese tierno momento.
- 5. La ranita
A estas alturas de la sesión, si se han podido realizar satisfactoriamente las poses anteriores, ¿por qué no intentar «la ranita»? Una de las más demandadas por los padres. En las sesiones newborn no se improvisa, sino que se aprovecha. Hay posturas que nos pueden servir de transición de una pose a otra y, si anteriormente hemos trabajado el «taco» o de lado, es momento de intentar ésta. Para ello, colocaremos al bebé sentado con las piernas abiertas sujetándolo por el torso y dejaremos caer su cuerpo hacia adelante, ayudándonos con los dedos posteriores a separar sus brazos del torso y apoyar sus codos en la superficie. Ahora pediremos la ayuda de la madre o el padre. Necesitaremos que sujete al bebé delicadamente por los hombros para colocar sus manos debajo de la barbilla y si hemos conseguido realizar todos los pasos, correremos a por nuestra cámara. Aunque el bebé se pueda mantener sólo en esa posición, pediremos a la madre/el padre que con apenas dos o tres dedos sujeten la cabecita del bebé por detrás para evitar que pueda perder el equilibrio en algún momento y, si es necesario, haremos la foto en varias partes para luego terminarla en su edición en Photoshop. Lo primero siempre es la seguridad del bebé. El resto de la magia la ponemos nosotros 🙂
- 6. El ovillo
Es momento de darle un descanso a nuestro pequeño modelo. Una de las cosas que más les gusta a los bebés es sentirse arropado, notar la presión y el contacto de una piel cercana o una textura agradable. La postura del ovillo es una de las que más disfrutarán sin duda. Hay que elegir una manta o muselina y estirarla en nuestras piernas, tumbar al bebé encima de ella y con cuidado envolverlo pasando cada extremo de la muselina a cada lado y rodeando su cuerpo con ella. Durante el proceso, tened especial cuidado en que no haya arrugas gruesas puesto que se le pueden marcar en la piel tan sensible del bebé. Cuando el bebé esté totalmente envuelto, podemos colocarlo en el escenario recostado y con algún complemento para terminar el look. A nosotros nos gusta dejar parte de su piel fuera de la envoltura para que la foto quede más tierna. ¿Y a vosotros?
- 7. En el cubo
Otra de las fotografías más icónicas del mundo newborn es la del bebé dentro del cubo. A primera vista, os puede parecer extremadamente difícil de conseguir y puede que pongáis en duda la comodidad del bebé pero, nada más lejos de la realidad, será una de las poses en la que el bebé se encuentre más cómodo sin ninguna duda. Antes de nada debemos preparar nuestro cubo poniéndole un peso en el fondo, una pequeña almohada encima y elegir la manta que queramos utilizar. La manta, debemos doblarla lo más a lo largo posible de forma rectangular, para cubrir las paredes internas del cubo con ella y dejar que un poco salga por la superficie del cubo. Es entonces cuando cogeremos al bebé por los hombros para introducirlo de forma vertical en el cubo, que primero sus pies toquen el fondo donde se encuentra la almohada y, sobre su propio peso, lo dejaremos caer sobre sus piernas terminando de colocarlo apoyado con los brazos hacia uno de los lados. Es importante prestar atención a la colocación de su cabecita y ayudarnos de sus propios brazos y manos para asegurar su sujeción. Dentro del cubo, hay varias poses posibles: con la barbilla apoyada sobre sus manos asomando por la parte frontal del cubo; con la barbilla apoyada sobre uno de sus brazos y el otro sujetando la cabeza (la pose en la que parece que están «pensando»); durmiendo con las dos manos juntas bajo su cara hacia uno de los lados; sujetando su cabeza con ambas manos (como en la «ranita»)… Hay varias posibilidades, todo dependerá del sueño que le quede al bebé y las ganas de seguir posando para nuestros recuerdos.
El objetivo de la fotografía newborn debe ser capturar la belleza e inocencia del bebé. Los labios carnosos, las manos debajo de la barbilla, esa flexibilidad llena de hoyuelos, la sonrisa mientras duerme… Si nos aseguramos bien de hacer nuestro trabajo, tendremos en nuestras manos la oportunidad de regalar para la eternidad esos momentos tan inolvidables para todos. Para dudas, reservas y risas, no dudéis en escribirnos. 🙂